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Écheme el Cuento

El arte de escribir

El arte de escribir

 

 

Cuando no estés seguro de algo, hazte un poco el payaso

(Quien sabe)

 

Como ser humano, no exenta de defectos, cometí un error: inventé el título de este artículo y luego recordé el epígrafe sin tener ni idea acerca de qué iba escribir.  Ya sé, ya sé que lo anterior suena más ridículo cuando uno lee el título.

Tengo entendido, y más me vale, definir el tema.  Sin embargo el tema “escribir” es tan complejo que debo empezar por nombrar que, en este artículo, con “escribir” no me refiero a pasar de fonemas a grafemas, o a ideogramas; asunto que de manera increíble hacemos la mayor parte de la humanidad entre los cinco y los siete años; tampoco es “redactar” tarea que la gran parte de nosotros hacemos más mal que bien; saquemos también de la lista a los escritos como artículos, ensayos, tesis, monografías, etc.

Bueno, lo que he querido decir es que me refiero a “escribir” como “el quehacer literario”.  Lamentablemente, teniendo en cuenta la flexibilidad que hoy en día aqueja a la humanidad, literario viene a ser cualquier cosa, pero ese es el tema de otro artículo y debe ser redactado en otra ocasión.

Definido el tema y decidida a documentarme para escribir consulté mi buscador favorito en Internet el cual me dio en 0,21 segundos 642.000 posibilidades para consultar, es decir, yo tenía una aguja e Internet me la arrojó a un pajar.

La búsqueda en Internet no fue en vano, puedo concluir que Poe, Kafka, Lovecraft, Ray Bradbury, Quiroga, y otros, de los que jamás he oído hablar pero que deben ser famosísimos en sus  propios países, han escrito sobre cómo escribir.

Una de las recomendaciones acerca de este difícil oficio es “escribir todos los días”, así que yo, muy juiciosa me siento frente al monitor a las ocho de la noche dispuesta a escribir durante dos horas, un mínimo muy favorable, así que llegan las diez de la noche y ya tengo un gran puntaje en tetrix.

Por lo anterior, debo creer en la musa de la inspiración, pues las ideas para escribir aparecen y desaparecen cual fantasmas en mi mente, a veces, las atrapo y “voila” escribo algo.  No es por modestia, ustedes comprobarán en cada línea que es verdad, esto no es lo mejor que he escrito.

Estaba olvidando el “porqué” escribir y no puedo evitar la primera respuesta que se me ocurre: “por no tener nada más importante que hacer”, supongo que averiguando un poco más encontraré lindas respuestas a ese “por qué” aunque en el fondo, se sabe que escribir literatura es perder tiempo, es peor escribir literatura fantástica y si lo que se escribe es ciencia ficción es llegar a lo más bajo, casi tan malo como escribir terror.

Lo contradictorio de lo anterior es que leer, lo que sea, no importa qué, es admirable.  Si una dice que le gusta leer la miran con asombro y una puede leer el pensamiento “¡Qué maravilla! Sin embargo, si dices: me gusta escribir, a menos que se sea famosa, puedes leer la mente que dice: “¡qué perdedera de tiempo!”.  Los que piensan así, parecen no encontrar ninguna relación entre el escritor y el lector, nosotros lo sabemos, pero ellos no: los que leen necesitan autores que escriban. Asombroso ¿verdad?

Retomando la ayuda que solicité en Internet hay algunas frases que no puedo dejar de mostrarles, para comprobar lo difícil que es escribir sobre cómo escribir:

“El oficio de escritor es, creo yo, un oficio de tinieblas: hagas lo que hagas siempre estás a oscuras”

Alfredo Benítez

 

Sí, de acuerdo, a mí también me apagaron la luz

 

“Como ya tengo 44 años, voy a dar algunos consejos sobre el arte de escribir cuentos”

Roberto Bolaño

 

No, no, ni loca les voy a dar mi edad

 

“un buen ensayo es como una buena pintura…”

Carlos Alberto Jiménez

Mis conocimientos en pintura tampoco son buenos.

El arte de escribir es una suerte de terapia que se desata desde el fondo del alma, con la esperanza de hacer eco en el corazón de los lectores

Víctor Montoya

Me gusta eso de “eco en el corazón” pero lo siento Don Víctor, la palabra “Terapia” siempre me ha hecho sentir enferma.

“Escribir cuentos es una tarea seria y además hermosa”

Jaun Bosch

De acuerdo, yo sólo agregaría que no hay tareas fáciles.

Para concluir, reconozco que sería estúpido esperar que el arte de escribir fuera fácil, porque entonces no sería un arte, ni se darían premios, ni se harían tertulias, ni la mayoría de los escritores tendrían razones para ser terribles egocéntricos.  Puedo agregar que mi recomendación para escribir, que ya la dijo otro, y como se darán cuenta no quiero sembrar gran debate, es simplemente: escribir, escribir mucho, pero para que no empapelemos el mundo, debemos escribir mucho y borrar bastante.

1 comentario

Martha Rengifo -

Gracias por lanzar mi artículo al ciberespacio. Pero...¿Dónde está mi nombre?