No intentes ser original ni llamar la atención. Para conseguir  eso no hace falta escribir cuentos o novelas, basta con salir desnudo a la  calle.
En general cuesta tanto trabajo escribir una gran novela como  una novela idiota. El esfuerzo, la pasión, el dolor, no garantizan nada. Es  desagradable pero es así. No abandones la cama sin meditar en  esto.
No cualquier cosa, por el mero hecho de haberte sucedido, es  interesante para otro. Esto vale tanto para escribir como para  conversar.
Los sueños ajenos son invariablemente aburridos. Nunca  olvides que tus propios sueños, para el otro, son ajenos.
De tanto en  tanto recordarás esta historia. Alguien le llevó un manuscrito a Antón Chéjov y  le preguntó:
-¿Que hago maestro? ¿Lo publico o lo tiro a la basura?
-  Publíquelo - dijo Chéjov - de tirarlo a la basura ya se encargaran los  lectores.
			Consejos de Abelardo Castillo
								
				
				
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